miércoles, 27 de junio de 2012

Reflexión


A veces no es fácil ser un buen hijo, aprender de tus errores y pedir disculpas, saber lo que te conviene y lo que no, pues aun eres joven recuerda cometerás muchos errores aun yo lo sé.

A veces no es fácil ser padre y saber cómo compartir con tus hijos tus sentimientos, y saber aconsejar debidamente, convive con ellos lo mas que puedas nunca los dejes solos y abandonados pues aunque ellos no lo pidan sabes que siempre te necesitaran.

A veces no es fácil ser un adolecente y saber cómo comunicarte con tus mayores, sobre todo aprender de ellos y que si te regañan no es por un mal si no por un bien, que aunque en tu etapa es muy difícil que te comprendan, tarde o temprano te darás cuenta tu solo de tus defectos y virtudes recuerda no estás solo debes esperar a que las cosas mejoren y poder ser mejor.

A veces no es fácil ser un buen esposo y jefe de familia pues hay muchos retos y responsabilidades en los caminos, pero jamás te venzas sigue adelante, ningún trabajo es malo ni mediocre recuerda tu familia lo vale.

A veces no es fácil ser un ser humano, pues nadie es perfecto, todos cometemos errores ya aunque a algunos nos cueste más solucionar los problemas recuerda la luz se encuentra al final del túnel.

Pero sea cual sea tu posición recuerda que no todo lo que brilla es oro, que necesitamos errores para poder cumplir expectativas, que necesitamos apoyo y comunicación para poder ser mejores humanos, y aunque a veces tienes ganas de rendirte y dejar todo atrás, recuerda que dios te puso en este camino por algo, que no porque a veces las cosas estén demasiado mal, significa que debes rendirte, y está bien si no piensas en los demás, piensa en ti y en que tu lo puedes lograr.

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